En la soleada cuidad de Puerto Cabello, los ancianos cuentan, a veces, una leyenda fantasmal, con la cual muchos todavía amenazan a los niños desobedientes. Se trata del Carretón Fantasma, una aparición que en la época colonial , durante las noches más oscuras, recorría las principales calles de la ciudad y luego se alejaba hacia el fortín.
El Carretón Fantasma era una especie de carreta grande o carruaje en llamas, tirado por cuatro briosos caballos que relinchan y corcovean aterradoramente. Se decía que el cochero de aquel carretón era el mismo Lucifer, y los pasajeros, las almas condenadas al fuego eterno. El carretón era el vehículo del infierno donde el diablo se llevaba a los que vivían en el pecado y la maldad.
También se creía que la visión de ese carruaje anunciaba muertes y catástrofes. Por eso, al anochecer, las personas se iban temprano a sus casas y si escuchaban rechinar las ruedas o los relinchos de los caballos cerraban bien las puertas y ventanas para que aquel fuego fantasmal no los afectara.
Para librarse del carretón fantasma y alejarlo es necesario persignarse y rezar un credo.
Aspecto: Carruaje de fuego tirado por cuatros caballos.
Lugar de aparición: Puerto Cabello, Venezuela.
Origen: Desde la época colonial provocado por tantas muertes que la peste negra dejó.
Semana Montecarlo
Hace 14 años
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