Hace mucho tiempo, cuentan que una señora perdió a su esposo en un accidente, y quedó sola con su hijo, un bebé.
Esta señora, se volvió loca porque no podía sacar adelante sola a su niño, y llegó un momento en el que no podía más, y tiró a su hijo a un arrollo, quien murió de hambre y frío.
Después de unos días, unos hombres encontraron el cuerpo del bebé y lo enterraron, pero el llanto se sigue escuchando en aquel arrollo, y se puede ver el cuerpo flotando en el agua.
Todo esto estaba pasando, hasta que un día, un señor que iba en bicicleta, escuchó el llanto de un niño en un árbol de ese arrollo, se acercó al árbol y vio a un bebé que estaba abandonado, lo levantó, lo destapó, y vio que era un bebé hermoso. Luego de esto, el hombre dijo:
- Que bebé tan bonito
Pero al terminar de que diga esto, el niño le respondió con voz de ultratumba:
- No lo soy, si ya tengo colmillitos
El hombre se asustó tanto que arrojó al niño y se subió a la bicicleta gritando atemorizadamente ya que creía que había visto al mismo Diablo. Luego de unos días, este señor murió en extrañas circunstancias.
Las personas que viven cerca del arrollo, siguen escuchando el llanto de aquel niño, y muchos tienen miedo de pasar por allí y encontrarse al bebé abandonado, presagio de su muerte.
Semana Montecarlo
Hace 15 años
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