Cuerpo de Gata

Una joven, de 14 años, iba por la calle, cuando se encontró con una gatita. Ella la recogió y se la llevó a su casa. La joven se dio cuenta de que la gatita estaba embarazada y decidió encerrarla en su habitación para que la gata no se fuera y los demás gatos no le pegaran. Ella se encariñó tanto con la gatita que se encerraba todo el día con la gatita y le hablaba, ella le preguntaba que le había pasado, si tenía dueño, la acostaba en la cama y le daba de comer.

Cuando la gata tuvo sus hijitos, la joven la cuido como si fuera una persona. La acostó en la cama con sus hijitos, le daba la dieta de los 40 días y le llevaba comida a la cama.

Un día, cuando la joven llegó de estudiar, abrió la puerta de la habitación donde se encontraba la gata con sus hijos, pero, para su sorpresa, la gata no estaba, es decir, había desaparecido con sus dos hijitos. La joven se puso triste y no comía, cuando un día salió a la calle y se encontró con una mujer que tenía dos cochecitos con dos bebés. Esta se le acerca y le dice:

-Gracias por todo, ¿viste lo grande que están los bebés ahora?

La joven le dice: -Perdón, ¿cómo dice?

La mujer le muestra los dos bebés y le dice: -Tu me cuidaste a mis bebés y te doy las gracias.

Y dándole un abrazo y un beso, la mujer se fue con los bebés. Desde aquel día, no vio más a aquella mujer ni a la gata, pero quedó muy convencida que esa mujer con los dos bebés era la gata que había cuidado semanas atrás con sus dos hijitos.